Cuento: Discernimiento

"Ya me he pillado los dedos una vez. ¡Nunca más volveré a enamorarme!", dijo el amante que se había visto rechazado.

"Eres como aquel gato que, habiéndose quemado por sentarse en una estufa, nunca más quiso volver a sentarse", replicó el Maestro.


Extraído de ¿Quién puede hacer que amanezca? de Anthony de Mello.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ummmm cuánto me suena... En el fondo, sí que quiero volver a enamorarme, pero no me gustaría tener que pasar otra vez por lo mismo. Se sufre para nada, pero cuesta muchísimo hacer como que el dolor no existe.