Teatro: Madre, el drama padre (E. Jardiel Poncela)

Madre, el drama padre Ayer fui a ver al teatro a una buena parte de mi grupo de gente de Granada y podría decirse que con los que no participaban fue con los que fui a verla, así que estábamos todos reunidos :).

El trozo de obra que vi yo el viernes pasado, mientras estaban montándola, no se parecía en nada a la que ayer representaron pues el otro día estaban empezando a preparar el segundo acto y estaban muy peces. Por el contrario, ayer les salió muy muy bien, y resultó extremadamente divertida.

Una historia de la primera mitad del siglo XX con toques de humor antiguo, algunos de ellos adaptados a la actualidad, incluso a la actualidad del mayor.

Hubo personas que obtuvieron un merecido aplauso del público. Miguel Ángel, con sus preguntas y auto respuestas. Pika, por una referencia a una pareja de colegiales y alguna cosilla más. Fer, con una brillante actuación fue aplaudido con su frase "¡Soy la madre!". Carrita, en su habitual papel de cateto. Ziritione, el que más provecho sacó de su actuación, pues con 3 frases en una escena fue intensamente aplaudido. Aglomerao y su momento "el retrasado de cube" o también llamando "ahhhhhhhh" xD.

De chicas las mejores para mi fueron Ana Lara, que no conocía de antes, y Mar.

Aunque con menos ovación también lo hicieron bien Chivi, Doménec, Arwen y Pedro.

Si te animas a venir estás a tiempo. ¡Quedan dos representaciones!

Alcohólicos Anónimos

El miércoles por la tarde estábamos Miguel Ángel y yo decidiendo si quedarnos a una conferencia que había en el colegio o ir al cine y, recomendados por Acorán, nos quedamos. La conferencia la impartían miembros de Alcohólicos Anónimos. Era más bien contar su experiencia con el alcohol.

Mereció la pena.

Podría parecer que iban a contar cosas que ya sabías y así fue, pero... ¿no te ha pasado nunca que cuando más aprendes es cuando te cuentan cosas que ya sabes? Lo que más me sorprendió fue cómo abrían sus corazones: explicaban las cosas sin miedo a ser heridos por los comentarios o risas impertinentes por parte de los oyentes. Comprendí que una de las cosas que mejor sientan a una persona es ayudar a los demás y que el secreto de A.A. era la terapia. Terapia que consistía en reconocerse alcohólico y tener voluntad de dejarlo. Ésto, por si sólo, me parece insuficiente pero lo bueno es que mediante su testimonio se ayudan mutuamente y ayudan a los demás a mantenerse en ese no beber. Es el hecho de ayudar, de dar ejemplo, lo que da fuerzas para permanecer en esa decisión.

Me gustó ver que todos podíamos estar a un lado o a otro de la charla, que la única diferencia era ser alcohólico, que había tantos arquetipos que podíamos vernos reflejados con ellos en muchos puntos.

Me llevé la impresión que su curación les llevaba a tener una consciencia más despierta, a ser mejor persona. No sé si es específico de Granada o de todos, pero me gustó esa sensación que coincidía con mi forma de entender la vida.

Aunque dudo mucho que alguno de ellos llegue a leer esto nunca, quiero agradecerles su presencia en el colegio.

Viñeta: La parálisis del espíritu

La parálisis del espíritu aumenta la velocidad de la materia

MetaPsike: El perro del hortelano

Como detesto a esas personas que no están, pero que van apareciendo una y otra vez para jodernos la vida (o la de nuestros amigos). Eso sí, jodernos la vida haciéndonos proposiciones que van más allá de lo que nosotros podemos (o estamos preparados para) recibir, pareciendo incluso que juegan limpio.

A veces he podido caer yo mismo en eso: ofrecer un suculento plato haciendo que la otra persona lo tome, aún a sabiendas que no va a poder repetir si le gusta.

Cuando una cosa acaba por tu culpa debes aprender a separarte y permitir a la otra persona que vuele libremente, sin ni siquiera esa correa de perros que permite perro se mueva libremente (aparentemente sin control) pero que cuando llega a los 10, 20 metros se acaba y nota de nuevo como un latigazo en el cuello que le impide progresar.

Más jode cuando por culpa de los perros del hortelano se lastiman relaciones que quiero: me jode ver sufrir a quien aprecio.