Viaje a Canadá

Mientras espero a que llegue alguna foto en la que estemos todas las personas que fuimos juntos al curso me he decidido a escribir, porque cada día que pasa gano "revelaciones" personales pero pierdo detalles de grupo. Así que no me retraso más.

Al acabar Semana Santa fui a Quebec, Canadá, a hacer Éveil, un curso de desarrollo interior, en el Institut du Développement de la Personne.

Inicialmente, y como ya expliqué en mi comentario llamado Espiritualidad, iba con un poco de escudo a la espera de ver si nos intentaban comer el coco, pero a la vez abierto a los ejercicios que allí hiciéramos.

Llegamos con un día de antelación, que aprovechamos para descansar y visitar un poco la zona de Knowlton, un pueblecito cercano al centro. Me destacó muchísimo que las casas tuvieran muchas ventanas grandes y ¡sin rejas!. En España no durarían ni dos días sin ser robadas.

El curso empezó el jueves por la noche y acabó el domingo por la noche. Los días fueron intensos, pues empezábamos a desayunar a partir de las 8 y acababa el curso entre 23.30 y la 1 de la madrugada. La combinación entre teoría y práctica no estuvo mal, aunque para mi gusto sobraba teoría, pero quizás la combinación es la adecuada.

Del curso me destacó ver como entraba la gente y cómo salía. Miraba a muchas personas y las veía sin brillo en los ojos, apagadas, como superada por sus problemas, preocupaciones... Sin embargo, a medida que los días pasaban, las miraba y veía más y más luces naturales, de esas que te dan energía, de esas que dibujan una sonrisa en tus labios, de esas que hacen sonreír el corazón.

También me destacó una de nuestras focalizadoras, Lucy, que era una gran maga blanca. Con otras personas con las que conecté fue a través de la mirada y sonrisas. Recuerdo que en Quebec el idioma es el francés, del cual no tengo ni idea, y que mi inglés deja bastante que desear. Aunque el idioma limita muchísimo, gracias a la traducción simultánea y a la gente castellano y catalano parlante que había, no me sentí limitado.

Yo definiría Éveil, que significa despertar, como un curso para aprender a expresar los sentimientos, curar las heridas internas (esas que durante tanto tiempo nos han estado matando), deshacernos de nuestra imagen (y sus limitaciones) y mejorar las relaciones con los seres queridos.

Desde aquí te invito a realizar el curso.

Para acabar lo haré con una frase que tenía abandonada y que la resurjo de las cenizas:

Sueña y haz realidad tus sueños.


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