Las fotos

Inmortalizan momentos; momentos buenos, momentos malos. Supongo que la mayoría hace como yo y se queda con las fotos buenas, esas que nos transmiten tantas cosas. Esos paisajes, esas personas tan relevantes, sus caras, sus miradas, sus sonrisas...

Últimamente estoy descubriendo las fotos, pero no el hacer las fotos, sino el mirarlas. Nunca había sido muy dado a mirar las fotos y menos a enseñarlas. Desde el Camino de Santiago me apetece, incluso compartirlas, quizás que porque quedaron suficientemente bien y me ayuda a ir explicando los acontecimientos.

Después de volver de Canadá incluso las miro estando solo, es como si las imágenes se estuvieran convirtiendo en algo importante, algo similar a lo que me sucede con la música. Quizás sea porque echo de menos a algunas personas, algunos momentos, o quién sabe...

¡Me encanta recibir la energía de las fotos!