Orando en la noche

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Para mí la noche empezó unas semanas antes cuando Fernando Arjona, jesuita del colegio con el que me llevo muy bien y está conmigo en foro de debate, y yo estuvimos hablando durante varias horas sobre actividades que se podían hacer durante la noche. Pensamos juntos y a él le gustaron varias ideas que le di y a mí me gustó el enfoque que él tenía de la noche así que me decidí a ir.

Después de algunos preparativos previos a la noche de ayer, el día empezó con la redistribución de los espacios que se íban a utilizar durante la noche y recepción e inscripción de los jóvenes que íban llegando.

La primera actividad fue para romper el hielo e hicimos dos círculos concéntricos de tal forma que quedamos mirándonos las personas de ambos círculos. Consistía en transmitir emociones a la vez que se decía la palabra kaka. Se daba una situación curiosa y nos reímos mucho.

La segunda actividad era hablar con otra persona de la sala sobre un tema que nos daban en papelitos. Cuando recibí el papel, lo levanté girándome hacia el grupo de gente que no tenía papel y pregunté: "¿no tengo compañero, alguien que quiera hablar conmigo?" y un chico de Málaga se me acercó y estuvimos hablando. Todos los papelitos tenían lo mismo escrito y eran preguntas para que te presentaras. Después nos poníamos en grupos de 3 parejas y teníamos que presentar a nuestro compañero a los otros miembros.

Al rededor de las 11 cenamos. No estuvo mal, pero los grupos no se mezclaron excesivamente, por lo que no me acabó de gustar.

Al acabar de cenar, estuvimos ensayando algunas canciones mientras se acababa de montar el equipo de vídeo y sonido de la iglesia. Fue curioso porque no sabía ninguna canción, por otro lado normal porque hace mucho que no cantaba canciones de misa y por otro porque casi todas las que me sé son en catalán.

Iglesia

Volvimos a la cafetería y tomamos café y unas castañas que permitían percibir los efectos del fuego por los diferentes sentidos: tacto, gusto, olfato, oído y vista. La pena fue que al llover, no vimos hacerse las castañas y le quitó cierto encanto y simbolismo, pero no puedes controlar el tiempo.

De nuevo en la iglesia vimos unos trozos de películas. Una hablaba sobre una persona a la que los demás veían desenfocada y mostraba una reflexión acerca de los puntos de vista de las personas. Posteriormente se hicieron las lecturas y tuvimos un tiempo para reflexionar y poner en común.

Al rededor de las 4 de la madrugada viene la mejor actividad de la noche, la que más me marcó. Se hicieron 3 grupos con talleres distintos: calor, sonido y luz. Yo me quedé en calor y estoy muy contento de haberme quedado.
Nos vendamos los ojos y al son de una canción de Eric Clapton fuimos soltando nuestra expresividad. Primero bailando y dejándonos llevar. En otro canción nos tumbamos en el suelo, también con los ojos vendados, la mitad de las personas y la otra mitad, con los ojos sin vendar. Los que veían tenían que transmitir un sentimiento a los que estaban tumbados mediante las manos, sin poder hablar. Me encantó y me quedé medio en estado de trance al finalizar.
La última cosa que hicimos en el taller fue transmitir sentimientos dándonos las manos (de dos en dos). Uau! Creo que nunca había trasmitido tanto (ni sentido) a través del contacto entre manos.
Sabía que era una chica por las manos, anillos y pulseras, pero no sabía quién era. Era una sensación que provocaba unas ganas inmensas de descubrir quién era, pero era mejor seguir sin saberlo y mantener la magia que se había creado entorno aquel momento. Aún así, me parece saber quien fue.

El taller de la luz nos mostró lo que había preparado y venía a ser una representación sobre la fe, de cómo se puede perder y cómo podemos iluminar a otros. Fue bonito.

Foto semi familia
Por último volvimos a la iglesia para acabar la misa (que duró toda la noche) y antes de dar la paz proyectaron un vídeo de Free hugs y después procedimos a dar la paz de esa forma. Me gustó mucho, aunque al seguir impactado por la actividad de las manos me supo a poco.

Al final, desayunamos y recogimos y reordenamos las salas que habíamos usado.

Me quedo con una sensación muy buena de la noche, y eso que no pensaba asistir. Agradezco a Fernando Arjona que consiguiera implicarme y así decidiera ir.

6 comentarios:

Pereira dijo...

Me congratulo mucho que te gustase la vigilia. Por cierto, enhorabuena por haberle dado un toque diferente a ésta entre Fernando y tú con el vídeo de los abrazos gratuitos y otras ideas tuyas. ¡Jamás había tenido un contacto más cercano con alguien dándole la paz por medio de un abrazo en la misa!

Anónimo dijo...

No tengo palabras para describir cómo fue la noche. Ha sido uno de los encuentros que mejor sabor de boca me ha dejado.
Sin duda lo que más me marcó fue el taller de calor. Disfruté transmitiendo mis sentimientos al chico tumbado con el que me tocó, me olvidé de todo, no sentí ningún tipo de vergüenza sólo me importaba hacerle sentir bien. Lo mismo me pasó cuando la transmisión de sentimientos fue mutua a través exclusiamente de las manos. Fue asombroso lo que pude llegar a sentir.
La finalidad de la dinámica era ver de una forma más tangible lo que se siente cuando Dios arde en nuestro corazón. Yo además de con esta maravillosa extrapolación, me quedo también con el hecho en sí, es decir, con la grandeza del "calor humano".
Luis, muchas gracias por haberme dado a conocer este encuentro.
Un abrazo.

ZilC dijo...

:)

Anónimo dijo...

Después de leerte se me ha ensanchado el corazón y me han saltado las lágrimas de emoción y felicidad. Como deseo que te encuentres con Él! Agradece, en mi nombre con un abrazo, a ese compañero de preparación s.j. Yo he participado con los jesuitas, hace ya muchos años, en eucaristias así, familiares y cercanas. Otro abrazo para ti. Igone

kism dijo...

A Pereira, decirle que en el Seminario siempre nos dábamos un abrazo para darnos la paz, en vez de la mano o besos si es mujer.
Y la verdad es que a mí el abrazo me llena y me transmite mucho más. De hecho lo echo de menos algunas veces, cuando todo el mundo da la mano y eso.

Un abrazo (jeje).

Anónimo dijo...

Soy el pesao del ducados. Me alegro mucho de que esta actividad espiritual te gustara. La verdad es que siendo lunes y perdiendo el Madrid... llevaba un lunes de perros como poco y este post me ha alegrado tanto que se me ha olvidado el mosqueo. Me ilusiona mucho ver como la gente cobra ánimo con las cosas de iglesia (aunque yo esta actividad en sí no la conocía) y me gusta al mismo tiempo saber que se hace esta pastoral.
En serio Zilc, me alegro "una pecha"(grado superlativo de mucho) de que te gustara tanto participar.

Fdo: ducados