Tratar a los invitados

Una de las cosas que estoy aprendiendo en este año en el colegio es a tratar a los invitados. Me he dado cuenta de la importancia de que el otro se sienta bien. Por supuesto eso tiene un coste económico, pero una tontería comparado con la imagen que se lleva la persona del lugar.

Vi un ejemplo de lo que no se debe hacer, en la fiesta de Jesús María. Al medio día la comida no estaba buena (y no hablo de que me guste o no) y la cerveza estaba rara. Pero para mí el fallo grave fue por la noche cuando me acerqué a la directora del colegio y le pregunté si estaba invitado a una copa por ser dirección. Cabe destacar que los jesuitas y las monjas estaban reunidos con sus correspondientes copas. La respuesta fue "¿y eso por qué?", "yo te invito por ser tú, pero si ahora viene otro chico y dice que es adjunto, ¿qué le digo yo?". La verdad es que me hizo sentir como un mendigo, pues no me viene de los 3€ que costaba la copa (que por cierto no era de mucha calidad, pues a varios nos revolvió la barriga y varios refrescos estaban en pésimo estado), yo tan sólo quería saber si por formar parte del equipo directivo (aunque sea una cosa rara, porque a algunos efectos parezco colegial, a otros equipo directivo, pero no soy personal del mayor) estaba invitado. Todavía no sé por qué acepté la consumición.

Quizás el error fue mío por pedir y forzar la situación en vez de que saliera de ellas la iniciativa.

Se nota cuando alguien se siente bien atendido y le predispone a dar lo mejor de sí mismo, a volver e incluso a trabajar por amor al arte. Por el contrario, acciones como esa, invitan a reducir el contacto. Me acaba de venir a la mente los certámenes de tuna, donde se ve clarísimamente cuando montas bien un certamen, pues empiezan a lloverte invitaciones.

Por otro lado, de mis experiencias, recuerdo como los recursos económicos influyen en el liderazgo. A veces puede ser un pico considerable, pero no es nada comparado con el valor de las relaciones, y más cuando el poder adquisitivo de una parte y de la otra no tienen comparación.

8 comentarios:

Choni dijo...

Una experiencia parecida es la que pasamos los miembros de Teatro en el Chus, en los días precedentes al estreno. La verdad es que las monjas hacen muchas cosas a regañadientes, y a veces ni lo hacen. No se, tienen que tener un poco de consideración, que estamos trabajando duro para sacar una obra adelante, donde viene gente de fuera, y se llevará su impresión del colegio...

Saber como tratar a un invitado es crucial, por que, sobretodo si es de primeras, es la impresión que se llevará de ti, y aunque luego rectifiques, la primera impresion que es la que pesa, ya es mala.

Anónimo dijo...

Hola Luis!! Estoy muy de acuerdo en todo lo q dices,y dejando a un lado las monjas q si hablo de ellas me caliento,decirte que a mi me parece muy importante el trato a los invitados y creo q por gastarte un dinerillo por invitar a unas cervezas no es nada en comparacion de la buena imagen que das(cervezas,cocacola o te,da igual).
Por eso siempre intento tener cuidado en esos detalles. Espero que tu coo mi invitado lo hayas podido apreciar. jeje.
1 abrazo enorme

Chiti dijo...

Totalmente de acuerdo. En la organización de todo acto (por muy pequeño que sea) hay que tener marcadas una serie de pautas a seguir para que todo vaya bien. A veces los pequeños detalles como el tipo de música, los vasos, la iluminación, la colocación de las mesas... hacen diferenciar una buena y una mala organización.

Desde mi punto de vista hubo bastantes fallos, ya no sólo en la atención a los invitados, sino en esos pequeños detalles que parecen pasar desapercibidos, pero que en realidad son muy importantes.

Total, que parece mentira que nuestra directora haya hecho un cuerso de protocolo y relaciones institucionales, verdad?? XDD Pues yo doy fe de ello! Que estaba en clase conmigo XDD

Bueno, no me extiendo más. El año que viene se intentará (de hecho, intentaré XD) que todo salga mucho mejor.

Besitos!!!

Anónimo dijo...

¡¡ Cuantas sensaciones y sentimientos entrelazados!!
Es fundamental, en la vida, ser acogedor, yo me lo planteo desde hace tiempo.
Invitarte por ser tu... no es importante?
Ayuda en la reflexión, de manera positiva, a las monjas; pueden agradecerlo.
Besos. IGONE
No se registrarme en blogger y... me han formateado.

Anónimo dijo...

Es muy bueno poder atender a las necesidades de aquellos que te rodean (desde la sed, hasta la necesidad de contarte un problema); y más si aquellos que te rodean son capaces de expresarlas.
Es mejor, para mí, ser capaz de entender las necesidades de los demás, y atenderlas, sin necesidad de que ellos las expresen, al menos, explícitamente (desde ofrecer una copa, hasta ofrecerte para escuhar y comprender). En este punto, para mí, está uno de los secretros del liderazgo efectivo y afectivo. Es decir, ser capaz de "servir" (con amor, entiendo) a los que te rodean (al grupo que lideras), ayudándoles a satisfacer sus necesidades, sin que "obligatóriamente" tengan que expresarlas. La verdad, cuando eso se consigue, es una armoniosa delicia.
Besos

Igone dijo...

Ole ahí lo que valgo! ya sale mi nombre!

scralk dijo...

¿Las monjas del Chus rácanas? Nooooo

Todavía me acuerdo de:

El bocadillo de tortilla francesa, la fanta caducada y posteriormente RECICLADA (es decir vuelta a meter en la maquina de donde la compré), la Laranja City y Cola City en lugar de coca cola y fanta, la invitacion a bocadillos en vez de cena caliente el sábado de teatro...

En fin, cuando no hay ¿que vas a pedir?

Chiti dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Scralk.

¿Para cuándo la OPA????? :P

Un besito.