MetaPsike: Las tormentas, que antes hacían zozobrar el barco, ahora sólo mojan la cubierta

Recuerdo aquellos tiempos, no tan lejanos, en que una disputa, una no correspondencia de sentimientos con una persona con la que estabas implicado emocionalmente me desestabilizaba completamente y provocaba una necesidad de leer mi queridísima Oración. Esa tormenta que me impedía hacer otra cosa hasta que el barco hubiera dejado de zozobrar. Como si el vaivén de mi navío me mareara y no pudiera hacer nada hasta que mi Mago Blanco interior conseguía tomar el control. Qué gozada ver que la gente que quiero puede hablarme con total sinceridad, aunque lo que diga no sea bonito, y sentir agradecimiento. Sentir que ese agua que cae sobre mi cubierta es una oportunidad para limpiarla y verla más bonita. Un momento para ver mi apego a las personas, que aunque sigo teniéndolo, creo que es mucho, mucho, menor que antaño. Mi corazón sonríe. Actualización [23:59]: Mi corazón llora.