MetaPsike: Compartirse
Llevo días pensando de forma obsesiva en la entrega de las personas, de lo que se muestran, lo que se comparten. Me trae de cabeza.
Pienso en por qué vamos con tanto miedo a la hora de compartirnos. Pienso en qué es lo que nos ha llevado a desconfiar tanto de la gente. Yo veo a las personas como oportunidades de compartir momentos maravillosos (presentes y pasados), oportunidades para crecer, evolucionar, para ir modelando nuestra forma de ser y la forma de ver el mundo.
Pienso en si cuando no nos abrimos es porque hay partes de nosotros que queremos ocultar, cosas que creemos que al enterarse la otra persona perderá el interés por nosotros.
Cada vez más me gusta enfrentarme a las personas sin caretas, mostrándome tal y como soy, con mis locuras y mis rarezas: sin ocultarme. Siento que con la mayoría de las personas el tiempo que voy a compartir va a ser poco y quiero exprimirlo, quiero que puedan coger de mí todo lo que vean útil y yo lo mismo de ellos. Y aquellas personas con las que vaya a compartir más tiempo, ¿por qué pasar tanto tiempo midiendo las palabras?, ¿por qué no empezar a compartirse con más gente?
Hay tantos temas que me gustaría tratar con tanta gente, como por ejemplo qué es lo que les motiva, qué han venido a aportar al mundo, si desean tener hijos y su educación, cómo ven y viven el amor, sus sueños, si viven la vida al 100%, qué les da miedo...
¿Qué pasaría si todas las personas nos compartiéramos más?
8 comentarios:
Probablemente el mundo sería más feliz con tanta compartición...
No obstante, hay determinadas cuestiones en las que nos gusta tener el monopolio sobre alguien... ¿O no?
Y ¿no será el miedo lo que provoca que queramos tener el monopolio de algo (intuyo que será el sexo) sobre otra persona?
En mi caso cuando no me abro más a alguien es por miedo, miedo a que se rían de mi o a no resultar lo suficientemente interesante.
De todas maneras cuando me abro a alguien es cuando pienso que se lo merece, o sea que me abro a modo de premio.
También pienso que hay niveles, es decir, que hay gente con la que aún siendo muy distinta a mí, es encantador compartir al máximo, sin embargo hay otra con la que mantengo una relación más superficial.
La verdad es que no sé porque hay algunos que me caen muy bien y otros sólo bien, quizás con los que más consigo intimar es con los que son más abiertos de mente, y esto se engancharía un poco con lo primero que he puesto, lo del miedo a no ser interesante o que se rían de mi, pienso que eso es porque son cerrados de mente y creen que su modelo de vida es el bueno.Por eso veo que cuando alguien me admite como soy, me siento encantado de abrirme más a él.
Uff!,me resulta difícil poner estas cosas por escrito porque siempre creo que se me queda algo en el tintero, pero espero que este comentario te sirva en tus quebraderos de cabeza con el tema.
Scralk me gusta lo de "abiertos de mente". Es un factor que no había pensado nunca, aunque, por supuesto influye.
Con respecto a lo de que hay gente con la que mantienes una relación superficial es normal, no se puede llevar la misma profundidad, aunque sólo sea por tiempo. Yo me refiero más a esa gente que por mucho tiempo que pase con otras no se abre, no se comparte, o lo hace con cuentagotas.
Un abrazo.
Claro, yo sólo te he comentado lo que me pasa a mí en relación a este tema para que lo compararas un poco con lo que te pasa a tí y te hicieras una idea un poco más general.
Realmente no te contesté a lo que tu preguntabas porque creo que intentar entender por qué hay gente que por mucho tiempo que pase con otras no se abre, es difícil porque cuando yo pienso en eso, la única referencia que tengo es ver cuánto y como me comparto yo con los demás, y de ahí suponer las razones que puedan llevar a otros a compartirse o no. Por eso me parecío que sería enriquecedor que, cada uno, más que suponer en general, te pusiéramos cómo lo vemos el tema en nosotros mismos.
La verdad es que este tema es bastante interesante para hacer un debate.
Un abrazo.
Me encanta tu idea.
Ya debatiremos el tema en persona ;)
Compartirse es darse, entregarse. Y eso no es posible si escuchas al ego que cree que "dar es perder". La contraparte del ego es "dar es tener". Así, lo que das, lo tienes.
Siguiendo la premisa del ego, que cree en la pérdida, no puedes más que protegerte, pues temes perder lo que eres.
Eso es una idea loca. No se puede perder lo que uno es.
En realidad el temor está fundado sobre unos pilares para proteger al ego de sí mismo. Pues le es necesario que temas entregarte y darte, pues en caso de hacerlo te darías cuenta que no puedes más que ganar. Y te darías cuenta que nunca estuviste carente de nada.
Seguramente el mundo sería mucho más rico, las personas más sinceras y la vida en sí, más fácil. Mostrarse tal como uno es y compartirse sin miedo al rechazo, a las opiniones ajenas(o a las propias, que pueden ser incluso más perjudiciales) es un sueño que todos deberíamos hacer realidad, precisamente porque es uno de los pocos que está al alcance de nuestra mano. Pero como muy a menudo, nos perdemos pensando más en las consecuencias que en el hecho mismo y es entonces cuando el miedo nos impide hacer lo que realmente deseamos. Admiro al que consiguió librarse de él, yo aún, como te comenté alguna vez, estoy en proceso.
Me parece un buen tema para pararse a reflexionar de vez en cuando.
Un beso
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