Alcohólicos Anónimos

El miércoles por la tarde estábamos Miguel Ángel y yo decidiendo si quedarnos a una conferencia que había en el colegio o ir al cine y, recomendados por Acorán, nos quedamos. La conferencia la impartían miembros de Alcohólicos Anónimos. Era más bien contar su experiencia con el alcohol.

Mereció la pena.

Podría parecer que iban a contar cosas que ya sabías y así fue, pero... ¿no te ha pasado nunca que cuando más aprendes es cuando te cuentan cosas que ya sabes? Lo que más me sorprendió fue cómo abrían sus corazones: explicaban las cosas sin miedo a ser heridos por los comentarios o risas impertinentes por parte de los oyentes. Comprendí que una de las cosas que mejor sientan a una persona es ayudar a los demás y que el secreto de A.A. era la terapia. Terapia que consistía en reconocerse alcohólico y tener voluntad de dejarlo. Ésto, por si sólo, me parece insuficiente pero lo bueno es que mediante su testimonio se ayudan mutuamente y ayudan a los demás a mantenerse en ese no beber. Es el hecho de ayudar, de dar ejemplo, lo que da fuerzas para permanecer en esa decisión.

Me gustó ver que todos podíamos estar a un lado o a otro de la charla, que la única diferencia era ser alcohólico, que había tantos arquetipos que podíamos vernos reflejados con ellos en muchos puntos.

Me llevé la impresión que su curación les llevaba a tener una consciencia más despierta, a ser mejor persona. No sé si es específico de Granada o de todos, pero me gustó esa sensación que coincidía con mi forma de entender la vida.

Aunque dudo mucho que alguno de ellos llegue a leer esto nunca, quiero agradecerles su presencia en el colegio.

3 comentarios:

kism dijo...

Pero al día siguiente todo el mundo fue al botellón...

Anónimo dijo...

Me parece muy interesante todo esto. Creo que es una buena manera de ayudarnos mútuamente. Ellos supongo que se sienten más liberados por aceptar lo que les ocurre y al resto nos dan una buena lección de empatía.

Un beso ZilC.

liquita dijo...

Gracias por tu opinion, es un placer y una obligación moral regalar a otros lo que tan generosamente se nos ha regalado para poder recuperarnos.
Y es una prevención para que los jovenes se den cuenta que una vez adentro no es fácil salir.
Los que te hablamos somos los poquitos que hemos confiado en que DIOS nos de fortaleza para detener esta terrible enfermedad.
Pero hay una cantidad impresionantes de alchólicos y drogadictos que todavía no llegan y si así lo deseas, tu puedes ser un medio para que uno de estos enfermos pueda lograr su recuperación, hablandole de esto que yo lei a algún alcohólico en actividad que conozcas.
Para esto son estas informaciones en las escuelas.