Artículo: Quisiera pedir perdón
Hará un tiempo leí en cartas al director de El pais relacionado con los profesores de escuela/instituto y me gustó bastante. El autor es Emilio Garoz Bejarano y fue publicado el día 13 de Junio de 2004. He aquí el texto:
"Quisiera pedir perdón.
Quisiera pedir perdón por haber malgastado mi vida estudiando una carrera, haciendo un doctorado y preparando una oposición, mientras los demás se labraban un porvenir.
Quisiera pedir perdón por no haberme dado cuenta de que los institutos no son lugares donde se va a aprender, sino guarderías, y que mi función no consiste en enseñar, sino en cuidar a los hijos de todos aquellos que sí realizan un trabajo productivo y provechoso para la sociedad.
Quisiera pedir perdón por no saber hacer mi trabajo y no aprobar a alumnos que no saben nada, porque cuando llegan a casa después de un día agotador juegan a la Play Station y ven Crónicas marcianas con la aquiescencia de sus progenitores que comprenden, no como yo, lo dura que es la vida del estudiante.
Quisiera pedir perdón por no saber aguantar el desprecio, la humillación y el insulto diario; incluso la agresión. Quisiera pedir perdón por querer dignificar mis condiciones laborales, las condiciones de estudio de mis alumnos y la enseñanza en general.
Quisiera pedir perdón por no haber sabido aceptar humildemente mi situación de desprestigio social; por no haber sabido aceptar que soy un paria, un ciudadano de segunda, un desecho social, y me lo tengo merecido porque soy un vago que no quiere trabajar y que sólo piensa en las vacaciones.
Quisiera pedir perdón, en suma, por ser profesor.
De todo corazón."
2 comentarios:
nHola! mi nombre es Melisa. Soy profesora, hace dos años me recibí. Me siento indentificada con la situación que describe el autor. Inicie mis prácticas llena de ilusión y ganas de trabajar por mis alumnos. Las prácticas institucionales muchas veces nos demuestran lo contrario, nos producen desilusión. Pero la única forma de volver a ilusionarse, es atravezar por momentos desilusionantes.
Buenos días.Quizá escriba demasiado tarde y esto no venga a cuento. Quisiera decir que el autor de esta carta es mi actual profesor de filosofía. Sólo quería comentar que me parece normal que mi profesor se sienta así. Sus clases tienen una calidad que muchos colegios privados querrían. Muchos alumnos que reciben sus clases no las están aprovechando como deberían. Es una pena y yo voy a echar mucho de menos esas clases en las que me hacía persona de verdad...
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